En algún momento habrás oído hablar del ácido hialurónico. Probablemente te suena a que está relacionado con tratamientos de estética. Y estás en lo cierto, pero su uso se ha popularizado tanto y se han descubierto sus propiedades tan beneficiosas, que ha comenzado a usarse también en el ámbito de la odontología y la estética dental.
¿Te interesa el uso del ácido hialurónico en el campo de la odontología? Sigue leyendo este post para saber más.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en muchos tejidos y órganos del cuerpo humano. Uno de sus beneficios es la capacidad de atraer y retener el agua y su participación en la regeneración celular y en la formación estructural de los cartílagos.
La presencia de esta sustancia en nuestro organismo va disminuyendo de forma progresiva a mediada que envejecemos. Las consecuencias de esta desaparición de ácido hialurónico es la pérdida de la hidratación, elasticidad y firmeza de nuestra piel y, por lo tanto, de la aparición de las arrugas.
Como hemos dicho, tiene la capacidad de atraer y retener el agua, de forma que se ha convertido en un aliado de la medicina estética y, de lo que vamos a hablar hoy: de la estética dental y de algunos tratamientos odontológicos.
¿Qué tipos hay?
Es necesario diferenciar entre el ácido hialurónico que es usado y proporcionado por profesionales al que está presente en productos cosméticos, como es el caso de las cremas faciales.
Así, en los productos cosméticos, el ácido hialurónico es obtenido por síntesis. El objetivo de esto es que la sustancia penetre en la piel y se mezcle con el ácido hialurónico que se crea de forma natural en nuestro organismo para que promueva la producción de más sustancia, además de también favorecer la formación de colágeno.
Por lo contrario, el ácido hialurónico usado en la medicina estética o en la odontología es inyectable en las zonas a tratar y adquiere forma de gel. Existen dos tipos:
- Reticulado: tiene forma de gel denso y permite una estabilidad más duradera, que varía entre los 6 y los 9 meses.
- No reticulado: tiene forma más líquida y tiene una estabilidad más corta en el tiempo, de aproximadamente 3 meses.
Ya sabemos qué es el ácido hialurónico y los tipos que existen. Ahora vamos a explicar para qué es útil en la estética dental y como tratamiento odontológico.
¿Cómo se usa esta sustancia en la odontología?
Hemos comentado ya que su uso en la odontología puede diferenciarse entre los tratamientos odontológicos y los tratamientos de estética dental. Los explicaremos uno a uno.
Tratamientos odontológicos con ácido hialurónico
El ácido hialurónico tiene propiedades de regeneración celular. Por eso, uno de sus puntos fuertes en la odontología es que favorece la regeneración de las encías y de la mucosa.
Además, tiene poderes antiinflamatorios. De este modo, esta sustancia es muy útil en tratamientos para problemas de la articulación temporomandibular. Sus propiedades de reducción de la inflamación y del dolor gracias a sus mecánicas de lubricación, mejoran la función de la articulación. Así es como frena el avance de la enfermedad, disminuye la velocidad del deterioro de la articulación y, en definitiva, mejora la vida de los pacientes.
Por otro lado, su uso también acelera la cicatrización, por lo que el ácido hialurónico es ampliamente usado en cirugías bucales. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, además, también reduce el riesgo de inflamación después de una intervención quirúrgica.
Este poder cicatrizante también es óptimo para que la sustancia sea usada en la curación de llagas y úlceras orales. El ácido hialurónico evita que los microorganismos y otros agentes puedan entrar en contacto con la herida. Así es como las heridas se curan de forma muy rápida gracias a este ingrediente.
Estética dental con ácido hialurónico
Ya hemos visto que esta sustancia es muy efectiva y eficaz en tratamientos odontológicos. Pero ¿para qué se usará en la estética dental? Aquí lo explicamos:
Antes ya hemos comentado la gran capacidad hidratante del ácido hialurónico sobre los tejidos blandos. Esta sustancia tiene un efecto inmediato en el aspecto de nuestra piel y de nuestra sonrisa cuando se ha realizado una infiltración. Por ello, la estética dental se ha hecho con este ingrediente para usarse en las zonas periorales.
El ácido hialurónico se usa para:
- Hidratar y dar volumen a las zonas periorales en las que, por causa del envejecimiento, se han deshidratado y reducido.
- Disminuir las arrugas verticales que están al lado de nuestra boca, las llamadas arrugas de código de barras.
- Perfilar y engrosar el labio para que tenga una forma bonita y con volumen.
- Disminuir los surcos o las líneas de marioneta, de forma que se rejuvenece toda la zona perioral.
- Reducir la sonrisa gingival sin necesidad de cirugías y con una técnica muy concreta. Esta sustancia tiene la capacidad de reducir esa exposición excesiva de la encía.
Ya conoces todos los beneficios del ácido hialurónico en la odontología, ya sea como tratamiento médico o como tratamiento estético.
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